BLITu voz, tu Riesgo: Fraudes con IA
- MC Noticias en Puebla

- 11 ago
- 3 Min. de lectura

En la era digital, la inteligencia artificial (IA) ha transformado la manera en que interactuamos con el mundo. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de recomendación, su presencia es cada vez más cotidiana. Sin embargo, esta misma tecnología también ha sido aprovechada por actores maliciosos para perfeccionar métodos de fraude, especialmente en el ámbito de la telefonía. Hoy, el robo de identidad y la suplantación de datos personales se han vuelto más sofisticados, y entender cómo operan estos fraudes es esencial para protegerse.
El nuevo rostro del fraude telefónico
Los fraudes telefónicos no son nuevos, pero la incorporación de IA ha elevado su nivel de peligrosidad. Uno de los métodos más comunes es la llamada fraudulenta que busca obtener una respuesta afirmativa del usuario, como un simple “sí”. Aunque parece inofensivo, esta respuesta puede ser grabada y utilizada para simular consentimiento en contratos, autorizaciones bancarias o compras no solicitadas.
Los estafadores suelen hacerse pasar por representantes de bancos, compañías telefónicas o instituciones gubernamentales. Utilizan técnicas de ingeniería social para generar confianza, y en muchos casos, emplean voces generadas por IA que imitan acentos, tonos e incluso emociones humanas. Esto hace que la llamada parezca legítima, dificultando que la víctima detecte el engaño.
¿Cómo se usa la IA para robar identidad?
La inteligencia artificial permite a los delincuentes analizar patrones de voz, construir perfiles de comportamiento y generar respuestas automáticas que simulan conversaciones reales. Con solo unos segundos de audio, pueden entrenar modelos que replican la voz de una persona, lo que abre la puerta a fraudes más elaborados, como llamadas a familiares o instituciones haciéndose pasar por la víctima.
Además, la IA puede combinar datos obtenidos de redes sociales, correos electrónicos filtrados y otras fuentes públicas para construir una identidad falsa extremadamente convincente. Esta técnica, conocida como “deepidentity”, permite suplantar a una persona en trámites legales, bancarios o incluso en redes sociales.
Modus operandi: del “sí” al robo total
El proceso suele comenzar con una llamada aparentemente inocente. El estafador busca que la víctima diga “sí” o confirme su nombre, dirección o algún dato personal. Esa grabación se convierte en una herramienta para validar operaciones fraudulentas. En algunos casos, se utiliza para activar servicios no solicitados, en otros, para autorizar transferencias bancarias.
Una vez que tienen la grabación, los delincuentes pueden usar software de edición de audio y herramientas de IA para insertar esa respuesta en otros contextos. También pueden entrenar modelos de voz que imiten a la víctima, permitiéndoles realizar llamadas en su nombre.
¿Cómo protegerse?
Ante este panorama, es fundamental adoptar medidas de prevención:
• Evita responder llamadas de números desconocidos con afirmaciones como “sí” o “correcto”.
• Si recibes una llamada sospechosa, cuelga y contacta directamente a la institución que supuestamente te llamó.
• No compartas información personal por teléfono, especialmente si no has iniciado tú la llamada.
• Mantente informado sobre las nuevas técnicas de fraude y educa a tu entorno.
• Usa aplicaciones que identifiquen llamadas sospechosas o bloqueen números fraudulentos.
En resumen, la inteligencia artificial es una herramienta poderosa que puede mejorar nuestras vidas, pero también puede ser usada para fines oscuros. Los fraudes telefónicos han evolucionado, y hoy más que nunca, es necesario estar alerta. La clave está en la información, la prevención y la desconfianza razonable. No se trata de vivir con miedo, sino de entender que, en el mundo digital, nuestra voz y nuestros datos son tan valiosos como nuestro dinero.
Nos vemos en la próxima entrega y no lo olvides: lo leíste en Sin Tinta Ni Carbón.
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