Eduardo Rivera, ¿de azul a naranja?
- MC Noticias en Puebla

- 16 nov
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Eduardo Rivera, ¿de azul a naranja?
Tome nota. Dicen que Eduardo Rivera Pérez se dejó ver —muy cómodo, muy sonriente— en el evento de Néstor Camarillo de Movimiento Ciudadano.
Un “informe de actividades” que olía más a vitrina política que a rendición de cuentas.
Y ahí, entre aplausos naranjas, Rivera parecía pez en el agua… o más bien panista en conversión cromática.
Porque la pregunta no es si fue.
La pregunta es para qué fue.
Ya saben cómo es la política poblana:
el que aparece, algo quiere;
el que sonríe, algo negocia;
y el que aplaude… ya casi firmó.
Y mientras en el PAN algunos hicieron cara larga, en MC hicieron fiesta:
“¡Llegó Eduardo!”,
“¡Eduardo ya se convenció!”,
“¡Eduardo ya es de casa!”
Calma, muchachos: todavía no hay foto con la playera naranja… aunque el fitting ya se lo hicieron.
El detalle fino —finitito— es que la familia ya avanzó primero:
Recuerden que la cuñada, Esther Ortíz Pérez, ya está instalada en Movimiento Ciudadano, muy puesta, muy lista.
Así que el camino, dicen, ya viene pintado.
En naranja.
Con flechas.
Y quizá hasta con banda de bienvenida.
Que nadie se haga:
en política, cuando un familiar se cambia de color, no es travesura… es señal.
Y Rivera ya mandó varias:
distancia calculada con el panismo,
cariño estratégico con el naranja,
y un timing que huele a 2025… o a 2027… o a lo que se deje.
Por lo pronto, en MC están felices:
siempre quisieron un cuadro con apellido conocido, experiencia y reflectores.
Y si de paso se llevan un exalcalde con estructura, mejor.
Así que atentos:
que cuando un político empieza a coquetear con otro partido, las señales son como las intermitentes del coche…
solo sirven para avisar el giro que ya decidió dar.
Y en Puebla, todo indica que Eduardo ya anda calibrando el volante.







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