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El Poder sin Corona

  • Foto del escritor: Migue Cholula
    Migue Cholula
  • 4 ago
  • 2 Min. de lectura
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Dicen los que Saben por Migue Cholula

El Poder sin Corona

 

Dicen los que saben que en algunos municipios poblanos se está gestando una nueva nobleza.

No llevan corona, pero gobiernan como si la tuvieran.

 

Son los presidentes municipales del siglo XXI, que lejos de ser servidores públicos, se comportan como pequeños monarcas en sus feudos: rodeados de aduladores, ajenos a las verdaderas urgencias de sus comunidades y con una peligrosa fascinación por el poder.

 

No es exageración.

 

Basta mirar casos concretos. En Cuyoaco, el edil ha protagonizado varios episodios cuestionables y, además, enfrenta observaciones por 12.5 millones de pesos correspondientes a la cuenta pública 2023.

 

En San Pedro Cholula, la presidenta municipal Tonantzin Fernández enfrenta presuntos actos de corrupción dentro de su administración. Otro ejemplo: en Coronango, Armando Aguirre gobierna desde su oficina blindada, donde solo recibe a quien él desea, como si fuera una corte real.

 

Mientras tanto, en Atempan, el alcalde Fausto Moreno Salazar guarda silencio ante el actuar del contralor municipal Javier Viveros León, quien ha encontrado la forma de cobrar sin trabajar como maestro en Tlatlauquitepec y como funcionario en el ayuntamiento. Una doble función, cero rendición.

 

Una vez sentados en el trono municipal, muchos olvidan que su papel no es ornamental ni el de jefe de campaña perpetua.

 

Se envician con la alfombra roja, el micrófono abierto y la selfie diaria, como si gobernar fuera un concurso de popularidad y no un compromiso con resultados.

 

Y los ciudadanos —quienes realmente les dieron el poder— son apenas un decorado incómodo que, con suerte, volverá a ser escuchado cada tres años... en campaña.

 

Puebla no necesita reyezuelos de medio turno, sino líderes comprometidos con las verdaderas batallas: seguridad, agua, salud, empleo, educación y un combate frontal a la corrupción.

 

Todo lo demás —las selfies, los aplausos rentados, los discursos huecos— son puro teatro. Y como en toda obra mal actuada, tarde o temprano el telón cae.

Y con él, los que creyeron que el poder era eterno ¿O no?

 

X: @MigueCholula

FB: Migue Cholula

 

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