Relevo sin drama en el Consejo de la Judicatura

Tome nota. Se dice que en el Poder Judicial de Puebla no soplan vientos de tormenta, sino brisas de continuidad. El Consejo de la Judicatura se alista para cambio de mando.

Todo apunta a que el consejero Pedro Antonio Martínez Hernández tomará la estafeta en la Presidencia del Consejo, en relevo del magistrado José Eduardo Hernández Sánchez. Movimiento sin sobresaltos, con aroma a relevo planeado, no improvisado.

Algunos le han querido poner peros por su juventud, pero en los pasillos dicen que no hay que confundir juventud con inexperiencia. Martínez Hernández ha sabido caminar juzgado por juzgado, escuchar a quien trabaja de verdad y atender los temas que otros solían archivar con sello de “mañana vemos”.

Lo cierto es que, a diferencia de épocas en que el Poder Judicial era ring político o campo de paros, hoy hay calma. Administración ordenada, paz laboral y—créalo—servicio al público que funciona.

Y sobre los rumores de que no cumple requisitos, ya se aclaró: los que lo acusan se basan en un artículo constitucional que aplica a magistrados, no a consejeros. El caso, como dirían los jueces, se sobresee por falta de sustento.

En resumen, un relevo que apunta a la renovación sin fractura, y a la consolidación de una administración judicial más cercana y funcional.